Un graduado de la USAL propone el desarrollo y comercialización de un instrumento electrónico tradicional basado en las flautas de tres agujeros / Puede modificarse para llegar a otras notas o incluso sonar como otros dispositivos.
El protagonista de este reportaje no es nuevo. Ni mucho menos. A sus espaldas tiene unos cuantos años. Sin embargo, en las siguientes líneas descubriréis que esta flauta de tres agujeros esconde una innovación muy grande. El responsable de colocar en la palestra más vanguardista a este instrumento es Juan Antonio Muñoz Gómez, graduado en Ingeniería Informática de la Universidad de Salamanca. Su ingenio, que se ha alzado con una mención especial en los premios Iniciativas Campus Emprendedor, ha dado una segunda vida a la gaita charra.
Este dispositivo, según cuenta el desarrollador del prototipo, permite trabajar con la misma metodología que si se tuviera el instrumento tradicional delante: mismas posiciones de dedos, mismas notas, y, por tanto, mismas canciones. A mayores de esto, la gran ventaja que ofrece al usuario es que si este lo prefiere puede modificar su configuración, haciendo que pueda llegar a otras notas o incluso sonar como otros instrumentos. «Poder desarrollar la creatividad musical en el campo de la música tradicional afianzará las relaciones, por desgracia cada vez más en peligro de extinción, que tiene nuestra sociedad con la cultura», sostiene Muñoz Gómez. Esta herramienta se completa con una aplicación móvil con la que poder llevar un seguimiento del instrumento: batería, configuración y, por supuesto, una guía musical para aquellos usuarios más experimentados en la materia. Todas estas funcionalidades, según comenta, serán de gran utilidad a la hora de realizar los ensayos y prácticas del mismo, al ser compatible tocar la flauta (solo se necesita una mano) y manejar el móvil como panel de control a la vez. Como añadido, el graduado en Ingeniería Informática de la Universidad de Salamanca indica que se ofrece la posibilidad de almacenar piezas que sean tocadas con el dispositivo, pudiendo crear una red de contactos para compartir dichas grabaciones. De esta manera, agrega, se quiere llegar al sector educativo, ofreciendo una gran oportunidad de enseñanza en los tiempos tan especiales que nos acometen.
Esta gaita charra, tal y como celebra, ofrece una personalización nunca antes lograda para las flautas de tres agujeros. «Poder maniobrar con diferentes configuraciones permite adaptarse a otros instrumentos y a otras canciones. Ampliando el repertorio se amplía el campo de trabajo, y por tanto se abre un mundo nuevo de posibilidades musicales, acercando el instrumento a un sector mucho más amplio y ayudando a preservar la tradición», argumenta. Es importante mencionar que, si bien con otros instrumentos físicos sí se han creado sus similares electrónicos (algunos ejemplos en lo tradicional gaitas de fuelle, en lo popular trompetas, saxofones y flautas), nadie había abierto el marco de este instrumento tan difundido por regiones como Castilla y León, Extremadura, Andalucía o País Vasco, en sus diferentes denominaciones como pito o txistu, entre otras.
Además, el graduado apunta que este instrumento no solo se encuentra en España. Pone como ejemplo las tabor pipes inglesas y las variantes latinoamericanas. «Todas podrán unirse en un mismo instrumento, ofreciendo la posibilidad de utilizarlo con todas aquellas personalizaciones para que sea una herramienta de trabajo indispensable a la hora de difundir las diferentes culturas».
La magia que se esconde detrás de este proyecto cultural es la tecnología MIDI, que consigue generar las notas partiendo de la combinación entre la posición de los dedos y el flujo de aire. Para ello, manifiesta que se debe hacer un control exhaustivo de estas dos variables utilizando sensores especializados. Para conectar con el móvil, se realizará una conexión vía bluetooth con la que se podrá enviar las diferentes configuraciones y recibir la información de las notas sonantes en cada momento. Esta aplicación se podrá desplegar también en otros dispositivos como tabletas u ordenadores, llegando al máximo público disponible, aunque está pensada para usarse con un dispositivo de tamaño reducido. Preguntado por las ventajas de esta flauta de tres agujeros, Juan Antonio Muñoz Gómez defiende que, aparte de la versatilidad posible que ofrece la configuración del mismo, otro de los valores añadidos que se logran con la gaita electrónica es incentivar al trabajo y ensayo del instrumento. «Haciendo un dispositivo electrónico se puede regular el volumen que produce, pudiendo incluso reducir totalmente el ruido al utilizar cascos. Esto es una gran ventaja para ensayar en lugares donde se pueda molestar a gente, como pisos o parques públicos. Este producto fue planteado también con el objetivo de incentivar el trabajo en casa en situaciones tan especiales como teletrabajo o confinamiento», expone para, más tarde, indicar que no pretenden sustituir al instrumento tradicional, pero sí incentivar el acercamiento a la cultura tradicional de todos aquellos que por diversos motivos no se sientan tan atraídos o con tanta libertad para su aprendizaje.
El proyecto, tal y como relata, surgió porque lleva más de 15 años tocando este instrumento. Una pasión que unió a su carrera de ingeniería informática. Ese tándem le ayudó a dar forma a este prototipo, que ya ha sido probado por profesionales del sector, como profesores del instrumento tradicional tanto de Salamanca como de Zamora. No obstante, admite que están en una fase reciente del producto.
En este sentido, Juan Antonio Muñoz Gómez avanza que quieren refinar el dispositivo para que tenga un acabado profesional acorde con sus expectativas. A continuación, se lo ofrecerán al público. De igual forma, afirma que están abiertos a ampliar sus conocimientos en la materia y, sobre todo, lo más importante es conseguir que la tradición perdure.
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